El grupo de
Lengua (y Literatura) quiere mostrar su malestar ante las
recientes insinuaciones (¿acaso imaginadas?) de personas ajenas al proyecto de que apuntesmareaverde tiene como objetivo o como consecuencia la pérdida del
valor de los libros tradicionales. En este sentido, queremos manifestar
que los profesores en general y los de Lengua en particular,
amamos los
libros.
Somos amantes de las
bibliotecas; de las
estanterías
combadas; de buscar información bajo la luz de un flexo hasta que nos
escuecen los ojos; de
leer en el autobús, en la piscina, en la playa, en
la fila del supermercado. Somos amantes de las
librerías, del olor de
los
libros nuevos, del de los libros
viejos, del de los libros
maltratados por el tiempo. Somos amantes de los clásicos, de los
contemporáneos, de la literatura nacional y universal. Leemos
poesía,
teatro, ensayo... leemos lo que nos cae en las manos.
Y creo que hablamos en nombre de todos los profesores cuando afirmamos que la única
consecuencia que se desprende de esto es que
educamos a los futuros
lectores, a los futuros buceadores de las librerías de nuevo y de viejo,
a los futuros ratones de bibliotecas, a los que van a leer en
libros
electrónicos. Nuestro trabajo en las aulas y nuestro proyecto
apuntesmareaverde es la puerta de entrada a los cines, a los teatros, a
la ópera, a los museos (de ciencia, de arte, de historia)..., a la
cultura.
No vamos a tolerar que se diga, bajo ningún concepto,
ni siquiera veladamente, que estamos en contra de los libros. Porque nos
ofende de una manera personal y porque desde lo profesional es radical y
profundamente falso.